Pues ya han pasado algunos días y la gatica no para de crecer. Aun no anda, más bien se arrastra, pero ya ha abierto los ojos y además ha aprendido a ronronear muy bien.
Le encanta que la cojan y acurrucarse. Y digo "la" porque el veterinario nos lo ha confirmado. Es chica, además de que está sana y todo eso. En cuanto la vuelves a poner en su sitio empieza a maullar para que la vuelvas a cojer.
Le hemos puesto de momento Bagheera de nombre y ya tiene varias posibilidades de casa, entre ellas la mía propia, y es que es muy chungo cuidar un bicho de estos y no encariñarte con ella. Pronto empezará a corretear por ahí incordiando a las dos gatas y al perro, pero ahora mismo es todo cabeza y tripa, porque es una zampabollos. Mirad como se amorra al biberón.
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