viernes, 20 de marzo de 2009

El peligro de hablar con un jardinero en Madrid

Esto pasó hace unos cuantos años. Estaba yo en 4º de carrera y fui de viaje a Madrid con la universidad. Todos los años se organizaban varios autobuses para ir a Madrid a ver la feria de arte contemporáneo de ARCO, aunque luego en Madrid cada uno se buscaba las habichuelas e iba a donde quería. Yo fui un par de veces a ARCO, y siempre me pareció una paliza demasiado cara para ver montones de basura amontonados en esquinas y denominados "arte". También hay que decir que de entre las miles de obras que se exponen cada año seguramente habrá 4 ó 5 que valgan la pena, pero el resto era mierda convertida en arte y vendida por galeristas a coleccionistas incultos y con el gusto en el ojete. 

En fin, que me desvío... el último año de carrera fui a Madrid pero pasé de ir a ARCO. En su lugar decidí acercarme a la oficina de patentes a intentar patentar mi "Proyecto metro", mi proyecto fin de carrera. Tenía la dirección y sabía más o menos por donde estaba (cerca del Santiago Bernabeu), así que me bajé en la parada de metro de antes y decidí ir dando un paseo para así ver el estadio por fuera. Ahí descubrí lo realmente separadas que se encuentran las paradas de metro (en el mapa parece que están más juntas).

Como iba algo desorientado intenté buscar ayuda, por ahí cerca había un jardinero municipal de unos cincuenta y pico, y me pareció una buena opción (error). Le pregunté y entabló una conversación conmigo mientras caminábamos... la cosa fue más o menos así:

- "Hola, perdone, ¿me podría decir dónde está la calle Salamanca? Estoy buscando la oficina de patentes"
- "Mmmm... la calle Salamanca no me suena, pero si quieres vamos andando p'arriba y le preguntamos a los taxistas de aquella parada"
- "Ah vale, gracias"
- "¿Qué eres? ¿estudiante?"
- "Sí, vengo de Granada en un viaje organizado a Arco"
- "Ah el Sur... oye está bonico el gorro ese que llevas.... y estás muy guapo con esa barba"
- "..."
- "Seguro que tienes a tu novia muy contenta"
- "Bueno, novia novia..."
- "Venga, que con el rabo que tenéis los del sur..."
- "¿?"
- "Seguro que tú tienes un buen rabo. Enséñamelo"
- "Mmmmno... creo que a sé por dónde puede estar la oficina de patentes... gracias de todas formas"
- "Pero si eso todavía no cierra... ¿por que no te vienes conmigo a algún bar de por aquí cerca y nos tomamos algo?"
- "Es que tengo cierta prisa"
- "Pero oye espera, no corras..."

Y me escapé como la gacela que le da esquinazo al león en el último momento. Luego tuve pesadillas... y para colmo no pude registrar mi proyecto (una pena). Seguro que alguno de mis amigos se acuerda de esta historia xD

No hay comentarios:

Publicar un comentario